¿Afecta el narcotrafico la economia de México? ¿Podemos hacer algo al respecto?
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¿Afecta el narcotrafico la economia de México? ¿Podemos hacer algo al respecto?
Ésta es la situación que aqueja a México actualmente.
Es casi redundante mencionar que la inseguridad ha incrementado notoriamente en el país a raíz del narcotráfico y la “guerra” del gobierno contra este.
La BBC mostró a través de una serie de encuestas aplicadas por la empresa Synovate que 42% de los 1.266 mexicanos que respondieron, afirma que se siente más inseguro que hace un año y además, el 62% de los encuestados consideran que el crecimiento de los carteles se origina en problemas sociales como el desempleo o el estado de la economía.
Según informa El Universal, “la violencia generada por el crimen organizado ha provocado fuga o cancelación de inversiones, daño en el empleo, desajustes en el mercado laboral y pérdida de productividad” o por lo menos eso afirmaron empresarios, industriales y líderes de maquiladoras de la frontera norte de México.
A simple vista, el aumento de los carteles y la ola de “narcoviolencia” que se ha generado parece producir aun más deficiencias económicas, ya que el turismo ha disminuido, empresas han cerrado al verse amenazada la integridad de sus miembros, empresarios extranjeros temen venir e invertir en el país por los riesgos que existe y los costos de seguridad que se deben pagar para garantizar la seguridad y prosperidad de su inversión.
Un ejemplo claro de esto se puede ver en la misma iglesia Adventista. Un pequeño grupo de personas en la comunidad de “El Bosque” en Montemorelos, NL, se empieza a reunir en la zona con el objetivo de tener pronto una iglesia nueva para el área (filial). Hacen planes y realizan los trámites necesarios para que Maranatha, un grupo de misioneros voluntarios de Estados Unidos, venga y brinde el apoyo monetario y de mano de obra para construir el templo. Todos los planes son echados por tierra una vez que les es negado venir y realizar la labor misionera, debido a que la “situación del país no es apta para visitarlo” y no pueden arriesgar a los voluntarios, según comentaron miembros de la filial.
Ahora bien, según el Milenio Felipe Calderón, Presidente de México, aseguró que el país tiene una economía sólida, en crecimiento, que genera empleos y que está “entre las más competitivas del mundo”, así también Calderón afirmó que las grandes devaluaciones que sacudían a la economía mexicana y arruinaban a consumidores, familias y empresarios, “son cosa del pasado”.
Entonces, surge la pregunta:
¿Está realmente afectando la guerra contra el narcotráfico la economía en México?
La Jornada público un informe sobre la respuesta del economista e investigador de la Universidad Autónoma de Guerrero (UNAM), Ramón Martínez Escamilla, hacia esta interrogante:
El narcotráfico no sólo afecta a los estados socialmente, sino económicamente, por ser una actividad que beneficia a unos cuantos y que no permite el crecimiento de las economías… La situación económica del narcotráfico está alejada del proceso real del desarrollo generalizado y lo lamentable es que el porcentaje que representa es del 7 y 8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en México.
La encuesta realizada por la BCC mencionada anteriormente, mostró que dos de cada cinco residentes urbanos ha pensado en irse de México debido a la violencia de los carteles de droga y así también, el 44 por ciento de los entrevistados considera que el Presidente debe buscar vías alternativas a las acciones que se han tomado hasta ahora, y más bien atacar el problema creando una reducción de la demanda de droga, instruyendo a las familias, adolecentes y comunidades, con tal de crear una cultura antidrogas que permite que esta baja en la demanda sea posible.
Por su parte, El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, habló con respecto a la legalización de algunos alucinógenos, que se han propuesto con la idea de que al ser más fácil de obtener, el precio de estos baje y por lo tanto deje de parecer un negocio rentable. Ebrard considera que “si tú bajas el valor, puede ser que haya un crecimiento en el consumo”. Siendo “evidente” para él que la estrategia de lucha contra el narcotráfico “no tiene los resultados que quisiéramos”.
Pero es una realidad que el camino que se ha tomado hasta ahora, ha probablemente provocado un alza en el precio de las drogas y en los costos de producción, haciendo aun más redituable para los carteles negociar con ésta, ya que al incluir más procesos para hacer llegar el producto, los narcotraficantes estarían solicitando una mayor remuneración por ésta.
Es de ley que habiendo demanda alguien generará oferta. El educar a la población al respecto sólo sería uno de los pasos que se deberían tomar, ya que el pueblo mexicano no es el único consumidor de la droga producida en el país. Sin embargo como iglesia Adventista, y siendo la UM parte de ella, probablemente deberíamos tomar consciencia de las herramientas que tenemos a nuestro alcance para poder realizar una obra de educación aún más intensa y efectiva y en un perímetro más extenso, sobre los alucinógenos, sus efectos directos e indirectos, y el bienestar que traería a la población, a la imagen de México para el exterior y a la economía, entre otros, el hecho de saber que podemos gestar un cambio en por lo menos uno de los factores para equilibrar la seguridad, economía y demás elementos negativos que genera el narcotráfico para los Estados Unidos Mexicanos.
Es casi redundante mencionar que la inseguridad ha incrementado notoriamente en el país a raíz del narcotráfico y la “guerra” del gobierno contra este.
La BBC mostró a través de una serie de encuestas aplicadas por la empresa Synovate que 42% de los 1.266 mexicanos que respondieron, afirma que se siente más inseguro que hace un año y además, el 62% de los encuestados consideran que el crecimiento de los carteles se origina en problemas sociales como el desempleo o el estado de la economía.
Según informa El Universal, “la violencia generada por el crimen organizado ha provocado fuga o cancelación de inversiones, daño en el empleo, desajustes en el mercado laboral y pérdida de productividad” o por lo menos eso afirmaron empresarios, industriales y líderes de maquiladoras de la frontera norte de México.
A simple vista, el aumento de los carteles y la ola de “narcoviolencia” que se ha generado parece producir aun más deficiencias económicas, ya que el turismo ha disminuido, empresas han cerrado al verse amenazada la integridad de sus miembros, empresarios extranjeros temen venir e invertir en el país por los riesgos que existe y los costos de seguridad que se deben pagar para garantizar la seguridad y prosperidad de su inversión.
Un ejemplo claro de esto se puede ver en la misma iglesia Adventista. Un pequeño grupo de personas en la comunidad de “El Bosque” en Montemorelos, NL, se empieza a reunir en la zona con el objetivo de tener pronto una iglesia nueva para el área (filial). Hacen planes y realizan los trámites necesarios para que Maranatha, un grupo de misioneros voluntarios de Estados Unidos, venga y brinde el apoyo monetario y de mano de obra para construir el templo. Todos los planes son echados por tierra una vez que les es negado venir y realizar la labor misionera, debido a que la “situación del país no es apta para visitarlo” y no pueden arriesgar a los voluntarios, según comentaron miembros de la filial.
Ahora bien, según el Milenio Felipe Calderón, Presidente de México, aseguró que el país tiene una economía sólida, en crecimiento, que genera empleos y que está “entre las más competitivas del mundo”, así también Calderón afirmó que las grandes devaluaciones que sacudían a la economía mexicana y arruinaban a consumidores, familias y empresarios, “son cosa del pasado”.
Entonces, surge la pregunta:
¿Está realmente afectando la guerra contra el narcotráfico la economía en México?
La Jornada público un informe sobre la respuesta del economista e investigador de la Universidad Autónoma de Guerrero (UNAM), Ramón Martínez Escamilla, hacia esta interrogante:
El narcotráfico no sólo afecta a los estados socialmente, sino económicamente, por ser una actividad que beneficia a unos cuantos y que no permite el crecimiento de las economías… La situación económica del narcotráfico está alejada del proceso real del desarrollo generalizado y lo lamentable es que el porcentaje que representa es del 7 y 8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en México.
La encuesta realizada por la BCC mencionada anteriormente, mostró que dos de cada cinco residentes urbanos ha pensado en irse de México debido a la violencia de los carteles de droga y así también, el 44 por ciento de los entrevistados considera que el Presidente debe buscar vías alternativas a las acciones que se han tomado hasta ahora, y más bien atacar el problema creando una reducción de la demanda de droga, instruyendo a las familias, adolecentes y comunidades, con tal de crear una cultura antidrogas que permite que esta baja en la demanda sea posible.
Por su parte, El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, habló con respecto a la legalización de algunos alucinógenos, que se han propuesto con la idea de que al ser más fácil de obtener, el precio de estos baje y por lo tanto deje de parecer un negocio rentable. Ebrard considera que “si tú bajas el valor, puede ser que haya un crecimiento en el consumo”. Siendo “evidente” para él que la estrategia de lucha contra el narcotráfico “no tiene los resultados que quisiéramos”.
Pero es una realidad que el camino que se ha tomado hasta ahora, ha probablemente provocado un alza en el precio de las drogas y en los costos de producción, haciendo aun más redituable para los carteles negociar con ésta, ya que al incluir más procesos para hacer llegar el producto, los narcotraficantes estarían solicitando una mayor remuneración por ésta.
Es de ley que habiendo demanda alguien generará oferta. El educar a la población al respecto sólo sería uno de los pasos que se deberían tomar, ya que el pueblo mexicano no es el único consumidor de la droga producida en el país. Sin embargo como iglesia Adventista, y siendo la UM parte de ella, probablemente deberíamos tomar consciencia de las herramientas que tenemos a nuestro alcance para poder realizar una obra de educación aún más intensa y efectiva y en un perímetro más extenso, sobre los alucinógenos, sus efectos directos e indirectos, y el bienestar que traería a la población, a la imagen de México para el exterior y a la economía, entre otros, el hecho de saber que podemos gestar un cambio en por lo menos uno de los factores para equilibrar la seguridad, economía y demás elementos negativos que genera el narcotráfico para los Estados Unidos Mexicanos.
Mario E. Pantoja Guzman- Mensajes : 1
Fecha de inscripción : 23/09/2011
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